“Globalizadores” y “globalizados”

“Globalizadores” y “globalizados”


Rubén Laufer
La Gaceta de Ciencias Económicas, 2000.
Incluido en Crónicas de la Argentina sobreviviente. El presente en el espejo de la historia. Mario Rapoport (editor). Norma, Bs. As., 2004.


Con la llegada de la pos-guerra fría una década atrás, se pregonó el advenimiento de un “Nuevo Orden Internacional”, un mundo interdependiente, nivelado por la revolución tecnológica y custodiado por sheriffs altruistas y justicieros, capaces de tener a raya a los villanos de la aldea global. Las fronteras nacionales tenían los días contados.
Se acuñaron nuevos “problemas globales”: odio étnico, terrorismo, narcotráfico, medio ambiente. Pero la índole y las responsabilidades históricas de esos fenómenos se ocultaron bajo la alfombra. La opresión y la dependencia fueron consideradas piezas de museo. Resurgieron argumentos que sirvieron para legitimar el intervencionismo imperialista a lo largo de todo el "viejo orden" de nuestro siglo. Principios conquistados duramente por los pueblos colonizados (soberanía, autodeterminación), fueron sustituidos por el “derecho de intervención” y hasta el "deber de injerencia".
A título “humanitario” o “democrático” proliferaron las intervenciones, militares o políticas, individuales o colectivas, de las grandes potencias en los asuntos internos o "externos" de otros. Sobre Irak y Panamá, Somalía y Haití, Bosnia y Ruanda, Albania y el Congo, Yugoslavia y Timor, Colombia y Sierra Leona. No sobre Estados Unidos por sus pruebas misilísticas. No sobre Rusia por el genocidio de Chechenia. No sobre Francia por sus ensayos nucleares en el Pacífico.
Los principios de un mercado mundial desigual se imponen en la arena política. Se naturaliza una “doble medida” para juzgar a las naciones. Embargo, bloqueo económico, control de armamentos, intervención militar, son “derechos” que sólo pueden esgrimir los poderosos del mundo en aras de su interés nacional, y en desmedro del interés nacional de los países más débiles. Los supermercaderes de aterradores arsenales nucleares, químicos y biológicos allanan al almacenero de barrio.
Hay multipolaridad e interconexión, pero ¿hay una "comunidad internacional"? Dependencia, atraso y opresión siguen siendo el pan diario para miles de millones. Hay “globalizadores” y “globalizados”. Si es cierto que el estado nacional se bate en retirada, ello sólo atañe a los Estados del mundo periférico.
Entre la polvareda del imperio ex soviético en derrumbe, algunos creyeron vislumbrar el telón de un escenario “único”. Las bombas “inteligentes” de poderosas coaliciones y el inclemente oleaje de la crisis mundial lo dejaron en jirones. Los costos son inmensos y, como antes, sólo algunos pagamos las cuentas.